Asteroide B612

Soy un montón de cosas, parte de este Universo y como tal, parte de ustedes y viceversa. Un poco de socióloga,filósofa, escritora, poeta, pintora. Soy humana y toda la dimensión que implica esa palabra.

domingo, 5 de agosto de 2007

"Nicaragua, no es una pulpería"

Nicaragua, no es una pulpería

Por Aurora Suárez

Ya no es extraño en Nicaragua, que los gobiernos y sus integrantes se vean envueltos en casos de corrupción. Se podría hasta realizar una tipología “corrupcional” por cada una de las experiencias vividas en cada uno de ellos y los aprendizajes obtenidos para sacar un diplomado en “delincuente de cuello blanco” (delitos cometidos por personas de elevado status socio-económico en el marco de su profesión, y por lo tanto, frecuentemente expuesto a un sistema de inmunidades y criminalización selectiva), a como los denomina Sutherland.

No es necesario ser inteligente o ilustrado para comprender algunas causales de la pobreza, entre otras: el estatismo y la corrupción de los gobiernos, quienes hasta el momento solo han manejado discursos (similares al de Bolaños) de lucha en contra de la corrupción. Datos nos indican por ejemplo, que el gasto gubernamental para adquisiciones en todo el mundo es de 3,5 billones de dólares y de esos, alrededor (cálculo bajo) de 400.000 millones se fugan en gastos en soborno (OCED, 2006). Además, podríamos calificar a la corrupción como la “hija mayor de la democracia” o ¿acaso no sabemos de dónde proviene el financiamiento de las actividades políticas de los partidos? La simetría entre la Democracia y Corrupción es parecida a la relación de Adán y Eva, una, la seductora; el otro, el seducido, pero en definitiva: ¡Terminaron ambos conviviendo felices en su pecado¡

A propósito de lo anterior, resultados recientes (2006) de un Sondeo realizado por Transparencia Internacionales (TI) indican que sólo el 22% de las personas consultadas a nivel mundial piensan que su gobierno actúa en forma eficaz o muy eficaz contra el flagelo de la corrupción. En el caso de los latinoamericanos, el 23% piensa que su gobierno la fomenta y una de cada tres personas expresó ser cómplice de algún soborno…entonces, estamos claros del asunto, de la democracia y sus bondades.

Pero el “meollo” de este artículo es la declaración del Señor Bolaños respecto al hecho delictivo cometido por el Director del INEC, Néstor Delgadillo (El Súper Condorito Nica). Bolaños, institucionalizó antes de dejar el Gobierno una cultura de impunidad, da carta blanca a otros actos de corrupción inscritos como el anterior. Abona al hecho de corrupción con frases como: No robó el dinero, lo prestó, no ha cometido ningún delito…pagará lo que tomó¡¡

Su discurso justificador es correlativo a una política de ocultamiento mantenida a lo largo del período de este gobierno. Por ello, no es de extrañarse que las diversas instituciones en las últimas semanas, se han convertido en fascinantes cajas de Pandora. Y, paradójicamente las dependencias públicas del gobierno, son miembros de la Red de Instituciones de Combate a la Corrupción y Rescate de la Ëtica Pública (RICOREP), otro de esos inventos de los Organismos Internacionales para hacer creer al Poder, al Sistema Democrático, honestos.

Supongo que para muchos ciudadanos que creyeron en; “La Nueva Era”, en el rostro de “abuelito bueno”, en el empresario honesto y luchador a lo “remanga camisa” y sobretodo, en su slogan que acompañó su campaña e inicios de su mandato lucharemos contra la corrupción: la desilusión se respira hasta por los poros. Solamente que éste nos salió “más original”, “más mejor” en buen nica, que el anterior ladronzuelo. Es un descarado. Y para desgracia de él, Súper Condorito Nica declaró hoy a los medios: “No pagaré” ¿Y qué?

Este comportamiento corrupto y de descomunal irrespeto a los y las nicaragüenses, en especial al desempleado, al que tiene un sueldo mísero, a los sin salud, ni educación… entre tantas montones de cosas de las que carecemos, obedece al amplio margen de impunidad parido por el sistema, donde pareciese no importar ser descubiertos en actos corruptos, punibles… y la sanción penal, convertida en sutilezas, dulzuras, en un sueño encantador.

El círculo vicioso de la corrupción crece a pasos agigantados y se instituye. No funciona ni el recurso judicial (veamos pues a Alemán, otro para los casos Ripley), ni el político (ya ni por hipocresía poderial se menciona el elemento sancionatorio). Resulta, todo esto nauseabundo.

Quiero concluir con dos cosas: Señor Bolaños, Nicaragua no es una pulpería a donde ir a “fiar” y, la otra para que no se olvide: "Para que haya corrupción es necesario reconocer la diferencia entre el rol público de un funcionario y su interés privado" (Huntington). Que tengan todos y todas un buen año y, Dios bendiga a este país.


Enero, 2007

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