Por Aurora Suárez
Una persona cercana me comentaba entre angustia y resentimiento que aún no había sido “ubicado” por el nuevo Gobierno en ningún puesto pese a sus insinuaciones a la persona con quien trabajó directamente durante la campaña electoral. Y miraba cómo gente que “no hizo nada”, ni “sacrificó nada” (él, renunció a su empleo y se ajustó a un aporte económico solidario por parte del FSLN) estaban ocupando buenos puestos.
En estos momentos, le dije, el aparato gubernamental es como un “Club Sandwich”, las rodajas de pan de arriba hacia abajo son: los que tiene el gran poder (concertación e incondicionales); los “intermedios” (concertación, incondicionales y oportunistas inteligentes) y; las “fuerzas de choque” (clases y soldados de confianza ya por tradición). Pero, todo el relleno entre las rodajas, es una mezcla esencialmente arnoldista-bolañista y sus respectivas metamorfosis, es decir, los PLC que se volvieron ALC, los ALC que retornaron al PLC y por allá, un violetero, un MRS y aún menos, un sandinista. Estos últimos son como la poca pimienta, imperceptible.
Además, la maraña que dejó entretejida el anterior Gobierno. Por ejemplo, el cambio en muchas cláusulas en Convenios con algunos Organismos cómplices de la política arrastrada de Bolaños. Tal es el caso del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que por ejemplo en diciembre del 2006, repentinamente realizaron “ajustes” a los Términos de Referencia del Programa de Atención Integral a
Lo anterior es solo un caso, existen otros tantos y de mayor riesgo para la estabilidad y puesta en marcha de la estrategia del actual. Y resulta como imposible, realizar una “limpia”. ¡Son dieciséis años¡ No es fácil.
De tal manera, que desde el silencio irrumpido quizás por los teclados de computadoras en las oficinas gubernamentales, este primer año, se dispararán con fuerza conspiraciones, desinformación, artimañas y serruchaderas en lo fino. No olvidemos aquello de que en las “alturas” los reyes comen del mismo plato, pero “abajo” los súbditos de ambos se desangran en batallas.
Como no me gusta hacer el papel de “adivina”, mucho menos seducir políticamente con mis escritos a nadie, estoy clarita como el agua desde siempre que de todos los partidos que participaron en la contienda, el Frente Sandinista, era el único que podía hacer algo por este país, con todos sus defectos y debilidades. Pero, es realmente preocupante el escenario y no es que sea pesimista, sino pragmática. Considero que a este Gobierno, incluyendo a los que lo han antecedido, es al primero que todos los sectores; empresariales, productivos, sociales, culturales han demandado “retos”, los cuales me suenan en algunos casos inalcanzables por mucha voluntad política que se tenga. Y por otro lado, he escuchado declaraciones de algunos nuevos funcionarios de línea, que en determinado momento creen o dan la sensación (ojala me equivoque) que van a administrar su finca u ONG.
No señores, el poder se puede ganar, lo difícil es sostenerlo y cumplir, eso ya lo sabemos, es más viejo que el pinol. Se necesitan buenos profesionales, técnicos e intelectuales que sostengan ideológicamente y den vida al discurso político, ese debe ser el pasaporte de los nuevos funcionarios y la prioridad. Si bien es cierto, que prima la confiabilidad política, la lealtad o compromisos políticos adquiridos, dejemos eso para los cargos de asesores, asistentes o cargos diplomáticos no tan estratégicos…es elemental si se quiere comenzar a avanzar. Ya se tiene un entorno adverso gubernamental, barullos heredados y la descapitalización fija y activa en términos contables del Estado en general. Desde una vaquilla hasta los millones de dólares desaparecidos, unos por arte de magia y otros, ya justificados por el robo abierto e indiscriminado del denominado ex Gobierno contra la corrupción. ¡Qué paradojas tiene la vida!
Enero, 2007.
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