Entonces, un amigo poeta, escribió una valoración sobre la misma que me permito compartir con Ustedes. Vendrán más pinturas. Lo sé.
Victor Canifrú (Chile, 1950) pintor chileno pero nica de vivencia y corazón desde hace más de treinta años, ha madurado una obra de colores fulgurantes, cálidos, tórridos que dan cuenta de su metamorfosis en un ser tropical.
La expresión del color de Canifrú es original y estéticamente lograda. Ésta la alcanza en sus óleos sobre tela, con un dominio riguroso de las técnicas imitativas del realismo, convertidas en realismo mágico por la exuberancia del trópico y el vuelo de su imaginación desatada plein air.
Leda/El Baño de VC es una obra maestra de la belleza de la mujer, con una sensualidad de formas y color donde se establece una isotopía significativa: la mujer es la pintura y la pintura es mujer, planteando una apertura a la magia del arte. Leda El Baño es un cuadro mágico y poderoso por los actantes implicados y por la anécdota (sujet) relatados, digno de cualquier espacio público.
Leda, después de ser poseída por Zeus tronante convertido en cisne, decide tomar un baño. Como caída del empíreo Leda se posa en aguas de esmeralda profunda rieladas por la luz aurea del sol; para recibirla con los verdes de la selva y los oros del señorío.
Leda no ha entrado a las aguas caminando como cualquier mortal. Su suave caída de pluma leve, un copo restante del Cisne Divino, la acusan los círculos concéntricos que se ven desde la orilla del primer plano inferior hasta su punto de fuga -misterioso y oscuro- que el pincel resuelve en frontera umbría de selva y aguas.
Pero la apetencia de Zeus por la belleza de Leda hace que no conforme con la primera posesión animal, el Dios decide volver a estar con ella ahora transformado en lluvia de oro (como hizo con Dánae), en un torbellino de rojos y malvas otoñales que expresan su tierna pasión por la belleza femenina.
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