Asteroide B612

Soy un montón de cosas, parte de este Universo y como tal, parte de ustedes y viceversa. Un poco de socióloga,filósofa, escritora, poeta, pintora. Soy humana y toda la dimensión que implica esa palabra.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Olvidé noviembre

OLVIDE NOVIEMBRE

Olvidé que  es  noviembre, el tiempo se estancó desde febrero

He permanecido atrapada en una oropéndola
burlándome de lo absurdo
limando las esquinas de mi cuerpo adolorido
transparente por dentro
figura de mujer deshecha
que ya no sabe a nada
Dudo de existir
araño mi piel para sentir vida, sensaciones, existencia
escribo letras de primer grado
leo cuentos amarillos
escucho música celestial
pienso sin pensar
me arrojo al mar para perderme entre simbolos.

Todo es un absurdo 

Desde una esquina de mí, intento acercarme a ésta, la "otra"
la que vive un presente sin tiempos
sin señales de alguien que "fue"
la sinsentido que gira diariamente alrededor del mismo círculo
se disfraza para hacer lo inimaginable
Ser los otros y las otras

¡Hasta mis lágrimas han prohibido¡

Quisiera disolverme hasta sentir que soy tierra pura.

Olvidé noviembre, y el gris cae sobre mí

Aurora Suárez
Noviembre, 20 del 2014.


Desde mis pupilas: La expo de Canifrú en Chile.



Desde mis pupilas: La expo de Canifrú en Chile.
Por Aurora Suárez



Este breve escrito no pretende ser una crítica de arte a la Exposición Nicaragua en mis pupilas de Víctor Canifrú (Chile, 1950), más bien unos comentarios que me siento complacida de poder compartirlos desde mis pupilas; testigos del crecer de la pintura en las manos de este agudo pintor chileno: extranjero en su tierra, un extranjero en sí mismo.


Canifrú logra combinar la sobriedad de sus trazos con una pasión profunda puesta en los colores en todas sus obras: deleites monocromáticos, en donde el frío, pasivo y desolador azul, – desde el azul puro que se trasmuta hasta sus frecuencias más bajas como es el verde, y en las más altas, al violeta, con toda su intensidad predomina en el escenario pictórico. Ciertamente, el azul arrebata al pintor ¿Se imaginan una “Primavera azul”? 

Con magnificencia desborda, destiñe y combina la fuerza de estos colores de forma extravagante; unas veces más claros, en otras más oscuros. Tal a como decía Pierre Bonnar, ”El arte de la pintura consiste en aclarar y oscurecer los tonos sin decorarlos”. Junto con el azul, el verde y el violeta, se suma la magia y alegría del color amarillo que salta a la vista del espectador en “Barca sola”. Se puede percibir en cada uno de ellos el calor, la humedad o el frío envuelto por un ambiente calinoso, lleno de enigmas, figuras filiformes, y un fondo profundo que atrapa. Canifrú maneja con admirable equilibrio y destreza el color y las formas, logrando una unidad y equilibrio con ellas. El juego de planos, capas y tonalidades desatan una cierta ilusión magnífica de espejismo, como se puede apreciar en “Venus”. 

Al cruzar “La puerta del tiempo” (por cierto, teñida de azul), se intuye y descubre simbólicamente una invitación a conocer esta morada, el sentido y significado atribuido por el pintor a Nicaragua; su paisaje, cultura, gente, lugares y trozos de su historia que con genuina expresividad, realismo y originalidad, también muestra en su pintura, “Yo soy de un pueblo”. 

La mujer en sus diversas dimensiones; sensual, gestante, trabajadora, ocupa un lugar destacable en su colección, y otros elementos autóctonos, como una flor, lugares significativos, personajes desconocidos que encierran historias en la vida del pintor, que con sencillez desnuda asoman el rostro de la alegría, soledad o abandono que no lo socavó en su esencia, en su dignidad a través de varias décadas. El pintor se fragmenta, en cada pintura: juntas son todo él, los sueños interminables que ahora cuelga en paredes y comparte en esta Expo.

Nuevamente Canifrú, sorprende y nos grita desde su silencio de monje que si el mundo fuese claro, el arte no existiría (El Extranjero, Camus). Celebro y felicito esta nueva etapa en su arte; más maduro y con elementos novedosos como, los trípticos. Estas pinturas de tierras lejanas que enseñan, lo que ahora él está aprendiendo de su tierra, son el intervalo entre el pasado y el presente, para luego, internarse en los abismos de sí mismo, sin olvidar – parafraseando a Da Vinci, que la pintura es poesía muda, que se ve sin oír.


Noviembre 16, 2014

Managua, Nicaragua