Comparto un cuento que me envió un amigo hace ratos, cuando una tarde lluviosa encontró en mis ojos la brisa del agua ...Sencillo, pero intenso.
El rey egoísta (cuento)
Cuentan
que había una vez un rey muy apuesto que estaba buscando esposa.
Por su
palacio pasaron todas las mujeres más hermosas del reino y de otros más
lejanos; muchas le ofrecían además de su belleza y encantos
muchas riquezas, pero ninguna lo satisfacía tanto como para convertirse en su reina.
muchas riquezas, pero ninguna lo satisfacía tanto como para convertirse en su reina.
Cierto
día llegó una mendiga al palacio de este rey y con mucha lucha consiguió una
audiencia.
“No tengo
nada material que ofrecerte; solo puedo darte el gran amor que siento por ti”
le digo al rey: “si me permites puedo hacer algo para demostrarte
ese amor”.
ese amor”.
Esto
despertó la curiosidad del rey, quien le pidió que dijera que sería eso que
podía hacer.
“Pasaré 100
días en tu balcón, sin comer ni beber nada, expuesta a la lluvia, al sereno, al
sol y al frío de la noche. Si puedo soportar estos 100 días, entonces me
convertirás en tu esposa”.
El rey,
sorprendido más que conmovido, aceptó el reto. Le dijo: “Acepto. Si una mujer
puede hacer todo esto por mí, es digna de ser mi esposa.
Dicho
esto la mujer empezó su sacrificio.
Empezaron
a pasar los días y la mujer valientemente soportaba las peores tempestades…
Muchas veces sentía que desfallecía del hambre y el frío, pero la alentaba
imaginarse finalmente al lado de su gran amor.
De vez en
cuando el rey asomaba la cara desde la comodidad de su habitación para verla y
le hacía señas de aliento con el pulgar.
Así fue
pasando el tiempo… 20 días… 50… la gente del reino estaba feliz, pues pensaban
“por fin tendremos reina!!”… 90 días… y el rey continuaba asomando su cabeza de
vez en cuando para ver los progresos de la mujer. “Esta mujer es increíble”
pensaba para si mismo y volvía a darle alientos con señas.
Al fin
llegó el día 99 y todo el pueblo empezó a reunirse en las afueras del palacio
para ver el momento en que aquella mendiga se convertiría en esposa del rey.
Fueron contando las horas… a las 12 de la noche de ese día tendrían reina!!… La
pobre mujer estaba muy desmejorada; había enflaquecido mucho y contraído
enfermedades. Entonces sucedió. A las 11:00 del día 100, la valiente mujer se
rindió… Y decidió retirarse de aquel palacio. Dio una triste mirada al
sorprendido rey y sin decir ni media palabra se marchó.
La gente
estaba conmocionada!! Nadie podía entender por qué aquella valiente mujer se
había rendido faltando tan solo 1 hora para ver sus sueños convertirse en
realidad!! Había soportado tanto!!
Al llegar
a su casa, su padre se había enterado ya de lo sucedido. Le preguntó: “por qué
te rendiste a tan solo instantes de ser la reina?
Y ante su
asombro
ella respondió:
ella respondió:
“Estuve
99 días y 23 horas en su balcón, soportando todo tipo de calamidades y no fue
capaz de liberarme de ese sacrificio. Me veía padecer y solo me alentaba a
continuar, sin mostrar siquiera un poco de piedad ante mi sufrimiento. Esperé
todo este tiempo un atisbo de bondad y consideración que nunca llegaron.
Entonces entendí: una persona tan egoísta, desconsiderada y ciega, que solo
piensa en sí misma, no merece mi amor.
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