Asteroide B612

Soy un montón de cosas, parte de este Universo y como tal, parte de ustedes y viceversa. Un poco de socióloga,filósofa, escritora, poeta, pintora. Soy humana y toda la dimensión que implica esa palabra.

viernes, 11 de septiembre de 2009

El hueco vacío

El hueco vacío


Hace unos días un compañero me decía casi a reclamos por qué ya no escribía en el periódico, le contesté: siempre escribo, pero ahora en el cielo. Después de un buen rato de no sentirme animada en hacerlo para el “público”, decidí escribir algunas reflexiones sobre la decisión tomada por el Ministerio de Educación en retirar la comida “chatarra” de los kioskos escolares, lo cual me llenó de gran alegría por las implicancias que esta tiene sobre el estado de salud y nutrición de nuestra población infantil y aún más, por los estados de desnutrición existentes en este segmento poblacional que se encuentra entre los más elevados en América Latina.


Sorprendentemente, la respuesta de una periodista del periódico donde acostumbro a escribir fue: redúzcalo (tenía mil caracteres), hágalo ameno y para que la gente se “divierta”. Me convencí una vez más de la miseria multidisciplinaria de una buena parte del sector profesional de la comunicación.


Ciertamente, en un país polarizado políticamente esa no es una información relevante o bien, para oxigenarse del humo del tren en que andamos, pareciera necesario escribir comics para divertir a la gente o no salir del encasillamiento político.


Los problemas sociales, eternamente relegados por los Gobiernos partiendo de su calificación en el presupuesto como un “gasto” y no una “inversión”, no forman parte de la agenda de los medios de comunicación, el abordaje, cuando llega a producirse tiene una connotación de “servicio social” o “notas rojas”: niña violentada, caso de niño nefrítico necesita ayuda, le dejaron las pinzas en el estómago, etc. Difícilmente se encuentran artículos serios al respeto. Esta carencia en el gremio de los comunicadores, denota la ausencia de una visión integral sobre el escenario nacional.


Me pregunto ¿Qué aprenden? ¿Qué les enseñan? De algo estoy muy segura, como están de moda las TICs (tecnologías de información y comunicación), una gran parte de su tiempo es invertido en ello: diseñar blogs, montar videos, entre otros. No estoy en desacuerdo, pero las TICs son una herramienta, un medio y no deben constituir el “eje” o “fin” de una carrera de comunicación, para eso están los ingenieros en computación o programadores. No obstante, es meritorio reconocer y aclarar que los perfiles de formación difieren de una Universidad a otra, por lo que no se puede juzgar o generalizar. He leído artículos y comentarios en blogs de estudiantes de la carrera de comunicación, con horrores ortográficos inaceptables o bien, solo basta escuchar un telenoticiero para medir el pulso de su formación.


Se experimenta una sensación, en algún momento, de un estudiantado de secundaria: escriben sobre música, refritos académicos, el último amor, y dificultosamente temas sobre la selva en que vivimos; pobreza, producción, medio ambiente, etnias, entre otros aspectos de interés que sí constituyen serios problemas en este país y no son puestos sobre el tapete para generar debates y presionar a los tomadores de decisión.


Bien sabemos que son un poder. Pero ese poder, al servicio de intereses generalmente, no llena las expectativas de las necesidades de información que deben circular en este país. Ya decía Vatchi “no es ninguna deshonra no saber; la deshonra es no querer aprender”, así que estamos a tiempo de que el personal académico tome conciencia de esto y no conviertan sus conferencias en “espacios de realización personal” y realmente formen hombres y mujeres comunicadores.

sábado, 5 de septiembre de 2009

El Feng Shui y la unión simbólica

El Feng Shui y la unión simbólica

¿Creen Ustedes que un anillo de compromiso en la cultura occidental tenga tanto significado como para la cultura oriental? ¿Cuántos anillos llevamos coleccionados en la vida?


Sobre la filosofía oriental


Por Aurora Suárez

Un hombre me regaló el Tao hace muchísimos años y como andaba en su “onda” taoísta resultado de dos personas que influyeron en el, fui objeto de críticas por no “comprender” esa tremenda filosofía. Y en honor a la verdad, no había tenido acceso a ella.

En uno de esos trabajos que me toca realizar me lo llevé a uno de los lugares más bellos que tiene Nicaragua: Río San Juan. Lo profundicé en medio la montaña, en buses, comiendo a veces y en otras, intentando descifrarlo (la persona que dice que lee el Tao una vez y le entiende….¡les felicito¡)

¿Dónde estaba la magia? Acostumbrada desde siempre a no “llenar vacíos”, lo alcancé.

Hace un par de años escuchaba a Osho en un video en You Tube, algo sí como ¿Qué más leer? “Vivimos buscando, buscando si el cuerpo es una escuela donde aprendes en aguas pocas profundas, a nadar”...El conocimiento, a veces mitiga.

Eso me recordó un tanto a Cioran, incentivando su asco por la vida y que muchos se tomaron en serio pero que murió como y cuando quiso ¡Paradojas¡

En silencio me dediqué a estudiar a los orientales, a no compartir en mis conversaciones con ellos algunos de sus paradigmas, ritos y hasta cierto punto ranciedades, excepto con amigos muy especiales. Pero sí, su sabiduría.

Como mujer cristiana que siempre he sido y seré, considero que la vida contiene gotas de primor, dolor, belleza, fealdad…pero ello, lo he aprendido por mi propia experiencia. Todo se reduce en entender las cosas: nada de lo que fue bueno ayer, quizás lo sea hoy o mañana.

Cuando miro al sol rebrotar por las mañanas y a veces, aún, ni lo ha hecho y quien muere es la noche. No solo me “adentro” (aunque a muchos les moleste el leer esta palabra), la significación del todo está en cada persona: lo que siente y lo que se siente.

Parece que la caída del muro de Berlín del cual todos hacen un hito histórico, no es ese. Más bien, la revolución personal y aprender que debe existir el amor entre las personas en la plena dimensión de la palabra. Y entre la parejas, nunca creer que ya sabes todo, pues nunca lo sabrás.

Y ahora, pareciera estarse poniendo de moda la filosofía oriental, pero la “ligth”. Los vacíos son tan inmensos…como el horizonte y la búsqueda de lo que ya se tiene, sin aprende r a valorarlo es incesante.

Algunos intelectuales la utilizan para recuperarse del discurso trillado o impresionar sobre sensibilidades muy distantes de ellos mismos, ya que lo que interesa es intentar robarle hasta el brillo al sol...

Les recomiendo ver el amanecer muy a las 5:00 a.m. Y verán lo maravillosa que es la vida ¡Simple¡